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Edificios energéticamente eficientes

Edificios energéticamente eficientes

Información proporcionada por Schneider Electric México

Debemos considerar que el entorno actual se está caracterizando por una creciente demanda de energía eléctrica; de hecho, se va a duplicar para el año 2030. Para satisfacer esa demanda, no basta con generar más energía, también es indispensable usar de la forma más eficiente la que tenemos y que tendremos en el futuro.

En un edificio residencial, para el centro del país la mayor área de oportunidad de ahorro o uso eficiente de la energía está en la iluminación, el control de la iluminación y -en menor medida- en el control de motores (elevadores para transporte vertical de personas y bombas de agua). Para ampliar el conocimiento sobre Eficiencia Energética, consulta la NOM-020-ENER-2011 “Eficiencia energética en edificaciones” y la NOM-024-ENER-2012 “Características térmicas y ópticas del vidrio y sistemas vidriados para edificaciones”.

Antes de entrar a platicar de los sistemas, el lector debe considerar varios aspectos alrededor de los edificios como son:

Un edificio es un ciudadano que tiene responsabilidades para con su entorno. Visto de esta forma, el inmueble va a coexistir en un entorno donde hay otros edificios, casas, escuelas, etcétera. Cada edificio, como ciudadano, provoca sombras, reflejos, ruidos a los “vecinos”. Cada uno genera flujos de personas, de vehículos y de mercancías y, también, cada uno tiene insumos, consumos y desechos. Por esto, mientras más eficiente hagamos la operación del inmueble, mejor “ciudadano” será.

Para que un edificio se pueda catalogar como sustentable debe observar el mejor balance posible entre los aspectos social, económico y medioambiental, de tal forma que sea

  • Económicamente viable,
  • Ecológicamente vivible y
  • Socialmente justo

Económicamente viable no quiere decir que sea el más barato. Quiere decir que, a lo largo de la vida útil del inmueble, se tiene un programa de mantenimiento y de modernización, que le permite optimizar los gastos de su operación.

Ecológicamente vivible quiere decir que se preocupa por la seguridad y confort de las personas que lo habitan y de las que lo visitan. Desde el punto de vista de la energía, el confort de los inquilinos y visitantes se garantiza mediante iluminación y ventilación adecuadas de las áreas comunes del edificio (niveles de iluminación de acuerdo a normas y a la actividad que se realice en el inmueble, así como calidad de aire interior, especialmente en áreas de estacionamiento, escaleras y elevadores).

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En la mayoría de las instalaciones existentes, podemos lograr hasta un 30% de ahorro energético utilizando las soluciones y tecnologías disponibles en la actualidad.

Un edificio Socialmente justo es aquel que toma en cuenta aspectos de accesibilidad y movilidad para todo tipo de personas (rampas o plataformas para sillas de ruedas, elevadores, etcétera).

Materias primas. Sí, en efecto, materias primas en un edificio residencial. Imaginemos un edificio residencial. ¿De qué le sirve al inquilino tener lámparas ahorradoras en pasillos y en su departamento, tener refrigerador y lavadora ahorradores de energía (y de agua), televisores de última generación y de bajo consumo eléctrico, si no tiene electricidad? Tal vez haga un esfuerzo en tener servicio de internet y un equipo de cómputo familiar pero ¿lo podría usar si no tiene fluido eléctrico? Aquí es donde juega un papel sumamente importante el uso eficiente y el ahorro de la energía. ¿Ha escuchado el lector hablar del Negawatt? Un Negawatt es aquella energía que no se utiliza y por ello, no se genera. Por cada unidad de energía que llega a cada hogar o empresa, la compañía generadora tiene que producir al menos, tres unidades. Así que, si consideramos a la electricidad (y al gas y al agua) como materia prima en nuestro hogar, su cuidado y uso eficiente redundarán en una mayor productividad familiar.

EFICIENCIA ENERGÉTICA A NIVEL RESIDENCIAL

Dicen las recomendaciones de la CFE que debemos cambiar nuestras lámparas por lámparas ahorradoras. ¿De qué me sirven lámparas ahorradoras si las tengo prendidas 24 horas al día o en habitaciones que no se están utilizando? “La luz se apaga porque se paga”.

El principal sistema de ahorro y uso eficiente de energía es la consciencia y la voluntad de cada uno de nosotros.

Cuando es posible, se puede apoyar con algo de control o automatización, es decir, instalar sensores de movimiento en las habitaciones para que la luz se encienda cuando haya ocupación y se apague unos minutos después de que no haya movimiento. En pasillos o en el área de sala-comedor, tal vez sea una buena idea poner apagadores tipo “escalera” para evitar al usuario atravesar el área a oscuras.

Otra recomendación es separar los circuitos tanto como sea posible y práctico. Volvemos al ejemplo de la sala-comedor. Si no tengo visitas en la sala y sólo estoy en el comedor, lo ideal es que cada área tenga un apagador independiente para que no tenga todo encendido pero sin uso. En una recámara, podría tener un apagador tipo “escalera” a la entrada y otro cerca de la cabecera y complementar con lámparas de mesa (que usen focos ahorradores) independientes para cada miembro de la familia; de esta forma puedo entrar a esa recámara con luz, apagarla al acostarme, pero permitir la lectura o el entretenimiento de otro miembro de la familia.

En áreas comunes del edificio es algo similar. Mientras más seccionados o separados se puedan tener los circuitos de iluminación, más fácil será ahorrar energía. Por ejemplo, si en un pasillo largo se tienen digamos, seis focos (ahorradores), puedo poner un par de sensores de movimiento de tal forma que, cuando alguien entre al pasillo le prendan los primeros tres focos y, conforme avance, se enciendan los otros tres. Se puede poner un relevador con tiempo de retardo de tal forma que, cuando no haya movimiento, se espere unos minutos antes de apagar los circuitos.

Si se tiene una buena ganancia de luz natural, se recomienda poner un sensor tipo fotocelda. Este sensor me permite saber si hay suficiente luz natural y con ello evitar encender el alumbrado.

De la misma forma, se puede poner un relevador que detenga el encendido unos minutos para que, en días nublados, no se prenda la luz si sólo es una nube lo que inhibe el paso de la luz natural.

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Hablábamos de la energía como materia prima. Pues bien, la calidad de esa materia prima no sólo es responsabilidad de la compañía suministradora. La presencia y uso de aparatos electrónicos en casa, también es factor de alteración de la calidad de la energía eléctrica. Los aparatos electrónicos tienen fuentes de alimentación o de carga, que encienden y apagan a gran velocidad, para convertir la energía de un tomacorrientes en energía útil para el aparato que alimentan. Tener un microondas o un horno que le da la hora a nadie durante el día o dejar conectados los cargadores del celular o del video juego, representan cargas eléctricas que, por pequeñas que sean, afectan el consumo y la calidad de esa materia prima llamada “electricidad”.

Otro factor de uso eficiente de la energía está en el tablero principal. Cualquiera que sea la alimentación del edificio o la tarifa que tenga contratada para las áreas comunes, tener un balance de cargas es una buena práctica. Por lo general, se pone alumbrado y algunos contactos generales en una fase y los contactos de la cocina en otra, de tal forma que se logre lo más posible el mencionado balance de cargas y los fusibles o interruptores operen dentro de su rango de diseño y no al límite.

Mencionamos el sistema de tierras. Para que la electrónica trabaje correctamente y para que el sistema esté protegido completamente, es crucial tener un buen sistema de tierra en la red eléctrica. Hoy en día, la Norma Oficial Mexicana de instalaciones, nos dicta los niveles de tierra que se deben tener en cada tipo de instalación para que sean seguros y confiables. En resumen. Debemos estar conscientes de que, “para ahorrar, hay que invertir”. Los ahorros de energía dependen en gran medida de la tecnología, pero en mucha mayor medida de los hábitos y costumbres.

Para las condiciones geográficas de nuestro país, podemos aprovechar muchas horas de luz y de ventilación naturales, antes de necesitar usar iluminación artificial o aire acondicionado. Es mejor usar racionalmente la energía que pagar altas tarifas por su consumo.

Cada contribución individual pudiera parecer que no ayuda, pero si consideramos todos los esfuerzos de cada uno de nosotros en casa (y en el trabajo y en el centro comercial), podemos ver millones de contribuciones individuales sumadas, haciendo una gran diferencia en el uso y consumo de la energía.

Schneider Electric ofrece muchos programas de capacitación presencial y en línea para electricistas y público en general para ayudarles a cuidar, ahorrar y usar más eficientemente la energía.

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