Por ing. Hernán Hernández
Seguramente el tema te será muy familiar, ¿cuántas veces te ha ganado la emoción de instalar un equipo, olvidando completamente las indicaciones de seguridad y manejo que debes tener en cuenta? Tal vez muchos instaladores crean que leer los instructivos es una pérdida de tiempo, sin embargo puede ser el punto para que un cliente decida o no volver a contratarlos.
Una de las recomendaciones que siempre hago con los instaladores a quienes imparto capacitación es precisamente hacer de la lectura del instructivo un buen hábito.
Los instructivos son guías que indican los pasos, procedimientos, precauciones, ajustes y pruebas que puedes realizar a un determinado dispositivo.
Recuerda que en la actualidad existen equipos que requieren un cierto grado de entrenamiento para determinar -incluso– si está operando de forma correcta.
Regresemos un poco a lo básico, el instructivo y marcado en el cuerpo de un contacto dúplex te indica qué calibre de conductor usar, el tipo de material permitido para su conexión, su correcta orientación y la longitud del forro que debes retirar.
En otros casos, los instructivos muestran diagramas de cableado debido a que podrían conectarse a otros equipos para aumentar las posibilidades de control, como por ejemplo la conexión de un atenuador con un interruptor de tres vías, o bien si es posible hacerlo o no y de qué forma opera el arreglo.
Algunos electricistas piensan que la experiencia les permite instalar y operar cualquier cosa, sin embargo al momento de estar directamente con un cliente que solicitó un servicio para ajustar -por ejemplo- un sensor, no pueden simplemente mover todos los controles de ajuste esperando que funcione o bien dar excusas ilógicas. Pueden presentarse ocasiones en que realmente no hayan tenido forma de buscar información previa a la entrevista con el cliente y posiblemente sea la primera vez que vean algún equipo o dispositivo en estas situaciones; es mejor ser honesto y pedir tiempo para investigar la operación del equipo. Los fabricantes en su mayoría están disponibles a brindar una asesoría sobre el equipo en cuestión y lo más recomendable es acercase a ellos cuando esto suceda.
Sobre este tema de la lectura de los instructivos, la recomendación es hacerla con calma, previa a la instalación del dispositivo, y entendiendo perfectamente todos los puntos e información que ahí se presentan. En mi opinión, uno de los mejores lugares para leer es en el transporte, si no manejas puedes llevarte los instructivos como lectura de camino a casa o bien a la siguiente cita con otro cliente.
Tal vez no estés familiarizado con la evaluación para obtener la certificación como electricista residencial, sin embargo puedo comentarte que la lectura de los instructivos es uno de los puntos a evaluar debido a que la profesionalización tiene que ver con el estudio y actualización constante desde lo más básico.
Las partes más comunes de un instructivo son:
LA PORTADA
Ahí encuentras información del fabricante, las características eléctricas y modelo, así como notas de precaución.
INSTALACIÓN
Presta mayor atención en esta parte, pues una mala conexión podría dañar de forma permanente el dispositivo y también exponerte a un riesgo de lastimadura. Es importante atender todas las recomendaciones por más exageradas que parezcan; por ejemplo si el instructivo recomienda utilizar googles o lentes de protección, seguramente es porque al cortar el cable existe el riesgo de que alguna partícula se proyecte a los ojos y pueda ocasionarte una lesión. En algunas ocasiones, el instructivo indica la herramienta adecuada para la conexión, o bien si se requiere una preparación especial para el correcto funcionamiento del equipo. Por ejemplo, algunos sensores requieren de conexión a tierra para operar, las razones pueden ser varias pero todas tendrán que ver directamente con el diseño del equipo, sino prevés este punto, aún cuando el sensor esté correctamente instalado éste no operará, lo que ocasionará molestia al cliente. Y si él sólo te solicitó el servicio de instalación, porque ya había comprado el equipo, acudirá al lugar donde lo adquirió para hacer válida la garantía, ocurriendo una de dos cosas: se prueba el equipo y opera; o bien le reciben el equipo y lo mandan a prueba con el fabricante, que después de una o dos semanas notifica que el equipo opera correctamente.
El resultado de esta situación es la pérdida de confianza en ti, que le debías solucionar la instalación, y también en la marca, por lo engorroso que resulta la colocación del equipo.
Otra parte de los instructivos es la sección de fallas comunes, aquí puedes verificar y confirmar que las pruebas que realizas son las correctas para determinar por qué un dispositivo no opera, o bien lo hace de forma intermitente.
Muchos fabricantes incluyen la póliza de garantía al final, los teléfonos para asesoría y el procedimiento que debes seguir para hacerla válida. Siempre es importante tomar nota del modelo y la conexión, ya que al recibir la atención telefónica deberás contestar preguntas que le dan al asesor posibles razones de la operación del equipo.
Esperamos que este tema haya sido de tu interés. Hasta la próxima.
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