Por Psicóloga Andrea Velasco Casazza
Dormir 8 horas diarias no es garantía de descanso. Hay diferentes factores que pueden alterar tu calidad de sueño y con ello afectarte tanto física como emocionalmente.
El ciclo del sueño se encuentra formado por 4 etapas y el sueño REM (movimiento rápido de los ojos); cada una de ellas tiene una función específica y están programas para repetirse a lo largo de toda la noche. Para tener un descanso óptimo es indispensable atravesar por cada una de ellas. Cuando el sueño es interrumpido o acortado, puede que no hayas pasado suficiente tiempo en determinadas etapas y por lo tanto tu funcionamiento al siguiente día no será el mejor.
La mayoría de los adultos necesitan entre 7 y 8 horas de sueño de buena calidad, en un horario uniforme, todas las noches. Dicho esto, es indispensable saber que no solamente importa la cantidad de tiempo que pasas durmiendo, también es importante la calidad del sueño.
El dormir bien es vital para la salud. No dormir suficiente o tener una mala calidad de sueño incrementa el riesgo de hipertensión, enfermedades cardiacas y otras padecimientos.
El sueño a nivel cerebral también es indispensable, ya que al dormir tu cerebro consolida las memorias y regula tu estado de humor, disminuyendo la agresividad y la ansiedad.
Si no duermes suficiente estarás más irritable y eso afectará tu comportamiento y relaciones con los demás. La gente con falta crónica de sueño tiene más probabilidades de tener depresión.
Ahora que conoces la importancia de dormir bien, procura:
–
No sacrificar tus horas de sueño.
– Alejar todo tipo de distractores antes de ir a la cama (celulares, televisión, computadoras, etc.).
– No realizar ningún ejercicio justo antes de dormir.
– Evitar consumir bebidas que contengan cafeína o licor.
– Limitar tu siesta a 20 minutos o menos.
– Cenar ligero.
Envía un comentario