Por: Ing. Hernán Hernández
Mientras la electricidad es muy útil para las personas, también puede hacerles daño o causarles la muerte. Los accidentes por su uso o manipulación ocurren más frecuentemente de lo que nos gustaría pensar. Por mucho tiempo, la electricidad ha estado reconocida como un riesgo peligroso en el lugar de trabajo que expone a los trabajadores a descargas eléctricas, electrocuciones, quemaduras, fuegos y explosiones.
Cuando una persona muere como consecuencia de una descarga eléctrica, se considera que la persona se electrocutó.
La Sociedad Mexicana de Medicina de Emergencia reporta que de los 2.5 millones de quemaduras que se atienden en las unidades de atención a quemados se derivan 6,000 muertes por año; el 3% son víctimas de la electricidad y el 40% de los decesos son por lesiones eléctricas graves.
Lo que hace estas estadísticas más trágicas es que la mayoría de estas muertes se habrían podido evitar al seguir los lineamientos de seguridad en el trabajo, como por ejemplo: Que el equipo eléctrico esté cerrado y asegurado, e indicar con una etiqueta que no debe manipularse debido a que está en reparación o mantenimiento.
Lesiones comunes
Como hemos expuesto en otras ocasiones, son varios los factores que incrementan la gravedad de la lesión, estos pueden ser el tiempo de contacto y la ruta que sigue la energía dentro del cuerpo. Según la OSHA (Occupational Safety and Health Administration) cuando se recibe una descarga, la energía que viaja por el cuerpo produce lesiones graves por donde entra y sale. Ejemplo de estas lesiones son los orificios que deja en los dedos o plantas de los pies de una persona que ha tenido contacto con partes vivas y que, en caso necesario, para salvar otra parte del cuerpo es necesario amputar la extremidad de forma inmediata.
Otra lesión muy común es la quemadura que deja el contacto de la mano con un cable con aislamiento dañado; en este caso se presenta una lesión de longitudes cortas muy localizadas en la zona de contacto.
Cuando una persona llega al centro de atención médica, la labor de los médicos debe ser de respuesta rápida, ya que los accidentes de este tipo se consideran de alta peligrosidad por las lesiones internas que pudieron haberse provocado o se estén desarrollando dentro del organismo.
Algo tan simple como manipular pinzas en sistemas eléctricos energizados y sin debido equipo de protección personal, representa un gran riesgo, porque la resistencia del metal puede causar que las pinzas se calienten al grado de quemar la piel de la mano y, en especial, de los dedos que manipulan la herramienta.
Para garantizar la seguridad eléctrica, la inspección del sistema eléctrico debe ser periódica, realizando las modificaciones pertinentes que aseguren el correcto funcionamiento del sistema.
Como podemos imaginar la parte de la herida se verá muy mal, pero adicionalmente el accidentado puede tener heridas internas que no se pueden observar inmediatamente y que son causadas por la corriente que viajó por la mano hacia el interior del cuerpo.
Si el médico no toma las medidas de forma inmediata, después de algunos días la extremidad puede presentar una inflamación a tal grado que deba ser necesario cortar la piel para aliviar la hinchazón. En resumen, la lesión bajo la quemadura causada por la herramienta de metal es debido al calor, pero el calor en estas áreas fue causado por la corriente eléctrica que viajaba a través de la mano y no de la temperatura de la herramienta.
Cabe señalar que no en todas las ocasiones la descarga eléctrica se da al trabajar con el sistema eléctrico. Por ejemplo, un trabajador de la construcción que caiga al estar realizando un trabajo en altura y cerca de líneas de tensión eléctrica, por reflejo podría tratar de sujetarse de ellas para evitar la caída, lo que provocaría la contracción involuntaria de la mano evitando liberar el contacto con la línea. El tiempo que transcurra puede generar tal nivel de corriente que los dedos o la mano queden prácticamente momificados en una posición fuera de lo normal debido a que los tendones son quemados por el paso de la corriente; obligando a los médicos a amputar la mano e incluso parte del brazo.
Por lo expuesto anteriormente, te invitamos a trabajar con seguridad; revisar el estado de tu herramienta y el equipo de protección personal, así como utilizarlo sin importar que el trabajo sea pequeño. Recuerda que los accidentes se deben a la falta de atención, imprudencia y negligencia del uso del equipo de protección personal, así como las omisiones en los lineamientos de seguridad en el trabajo.
Recalcar al lector y hacer hincapié en guardar la distancia mínima de seguridad, y las diferencias del comportamiento en corto circuito y fallas a tierra de la C.C. y de la C.A.
Excelente revista muy educativa
Gracias por tu comentario Julio. Saludos