Por ing. Hernán Hernández
Antes de iniciar con el tema, es importante que aclares a los usuarios finales que el término inalámbrico no se refiere a que el dispositivo funcionará sin alimentación; por obvio que parezca, en muchas ocasiones eso piensan al escuchar sobre la comunicación sin cables.
Tradicionalmente, la adición de nuevas ubicaciones para los controles de luminarios, construcciones de nuevas habitaciones, la reconfiguración de circuitos e incluso la instalación de dispositivos para el ahorro de energía era costosa, y en la mayoría de las ocasiones destructivo debido a la necesidad de instalar nuevo cableado a través de paredes y techos en los lugares deseados.
Con sistemas que no sólo están orientados a control de iluminación sino también al control de cargas grandes como bombas de llenado o sistemas de riego, e incluso control de persianas, como instalador ahora puedes ofrecer a tus clientes una solución inalámbrica fiable y rentable. Todo lo anterior sin tener que instalar nuevo cableado.
La tecnología inalámbrica te ayuda a completar proyectos en la mitad del tiempo, con poco o ningún impacto negativo en las operaciones del cliente o daños a la propiedad del mismo. Al pasar menos tiempo en instalaciones y ocupando menos mano de obra, puedes trabajar de forma más orientada a buscar y cerrar nuevos proyectos.
Sistema tradicional vs Sistema inalámbrico
Tomemos como ejemplo uno de los casos más comunes para hacer un comparativo entre la solución tradicional contra los dispositivos con tecnologías inalámbricas.
CASO EJEMPLO
Un usuario requiere un interruptor en una nueva ubicación.
– La habitación tiene más de una entrada; el interruptor está colocado únicamente en una de ellas y necesita ser re-ubicado.
– No hay cajas de salida en las otras entradas.
– Se desea controlar una lámpara sin tener que caminar en la oscuridad para operar el interruptor.
Solución tradicional
Con las características anteriores es necesario ranurar las paredes para poder colocar canalización que comunique todas las entradas entre sí y cajas de salida en las ubicaciones deseadas; después de haber verificado que las canalizaciones están correctamente instaladas y hay comunicación en todas ellas, se procede a la reparación de las paredes.
Después, colocar cableado para conectar interruptores de 3 y 4 vías -si fuese necesario- para controlar mediante la configuración de puentes comunes la lámpara. Finalmente, pintar las zonas reparadas con el mismo tono de color o acabado. El presupuesto limita la instalación de nuevo cableado, por lo que muy probablemente el trabajo no pueda realizarse; en este momento podrías pensar que con canaleta es posible reducir el costo, esto es cierto pero el resultado es antiestético.
Solución inalámbrica
Puedes colocar en cualquier lugar los interruptores remotos. Por lo general el control inalámbrico requiere batería, por lo que se recomienda utilizarlo en estado de bajo consumo para incrementar la vida útil de la batería. Antes de seleccionar algún sistema, toma en cuenta que también existen controles inalámbricos con componentes piezo-eléctricos que generan su propia energía al momento de presionar el interruptor de encendido-apagado, así que no necesitan baterías para funcionar.
Los interruptores remotos pueden re-ubicarse sin la necesidad de configurarlos de nuevo.
La configuración te lleva apenas unos cuantos minutos, sin interface de programación o software, por lo que el usuario puede incrementar los puntos de control siempre con tu asesoría.
A lo que se acaba de describir, podemos ahondar más; por ejemplo, es cierto que el costo del control inalámbrico en comparación con los dispositivos tradicionales es mayor: 3 o 4 veces más. Sin embargo al cuantificar todo la inversión en dinero y tiempo de la mano de obra, resulta visiblemente menor.
Si para la instalación anterior se necesitaran instalar 2 interruptores de tres vías y uno de cuatro vías, el comparativo de costos entre la solución cableada e inalámbrico sería como el mostrado en la gráfica 1 y 2.
Como podrás ver, en ambas gráficas se han tomado en cuenta la adquisición de dispositivos, la mano de obra que incluye el cable, la canalización, cajas de salida y conexión de los dispositivos, resanado o reparación de las ranuras, y el repintado que incluye la selección del tono y aplicación.
En la primera gráfica la suma de todos los puntos anteriores da un aproximado de $11, 250 y un tiempo de instalación de 48 horas; la gráfica 2 muestra la misma instalación con dispositivos inalámbricos, que además de reducir el tiempo a 3 horas, el costo total es de aproximadamente $7,500 y la mano de obra incluye la sustitución e instalación de los dispositivos inalámbricos y configuración de los remotos además que se eliminan los costos de reparación y repintado de las paredes.
Lo anterior es importante ya que no se requiere la compra de materiales adicionales, más que tal vez el barrenado, taquetes y tornillos, lo cual representa una buena utilidad si consideras el tiempo de duración del trabajo.
Antes de terminar, aclaramos que los costos que se han tomado para los comparativos pueden variar dependiendo del instalador y marca de los dispositivos utilizados.
Para aprovechar las nuevas tecnologías es necesario mantenerte capacitado en ellas, acércate a los cursos que ofrecen los diferentes fabricantes y obtén el mayor provecho a tus conocimientos.
Hola, muchas gracias por tratar un tema muy importante y de manera breve y concisa. Saludos.
Gracias a ti Guillermo por ser uno de nuestros lectores en línea. Saludos