Por: Ing. Hernán Hernández
Las luminarias LED son casi imprescindibles en los proyectos de iluminación, ya que cuentan con importantes ventajas frente a otro tipo: bajo consumo (ahorro de hasta un 85% de energía eléctrica), mayor tiempo de vida útil, libres de componentes tóxicos, baja emisión de calor y bajo mantenimiento; suficientes razones para contar con esta iluminación en cada cocina, además de tener una gran variedad de diseños en soportes que resaltan de gran manera este espacio.
Iluminación de los muebles
Es posible instalar tiras LED en el interior del mobiliario de cocina; permitirá que al abrir una puerta o un cajón, el usuario encuentre todo a simple vista, sin la necesidad de encender la luz general. Asimismo, se pueden situar en los estantes interiores, en los laterales e incluso existen bisagras para las puertas con iluminación integrada que ofrecen distintos fabricantes.
Por la parte exterior, se puede iluminar la zona de trabajo desde la base de los muebles altos, encontrando una gran variedad de diseños para cumplir esta función. Iluminando la saliente de los muebles bajos, se crea un ambiente acogedor en la cocina, sirviendo como luz ambiental y a su vez marcando el territorio del mobiliario.
Si te contrataron para remodelar una cocina, es momento de revisar diferentes opciones de iluminación para resaltar aún más los muebles de este espacio.
En los muebles con agarradera se puede instalar un punto de luz, resaltándolo más cuando esté cerrado. De igual manera, también existen modelos de agarraderas iluminadas como remplazo de las actuales.
Con iluminación de color se consiguen efectos muy variados, siendo la protagonista de la cocina, pasando de ser un sistema puramente funcional a proporcionar dentro del diseño un mundo fascinante con enormes posibilidades. Por esta razón, se deben distinguir tres zonas o tipos de iluminación diferentes:
General
Suele realizarse mediante luminarios empotrados en el techo y proporcionan un nivel de iluminación global y homogéneo a toda la estancia; se puede realizar en función de tipología del techo, de la distribución del mobiliario, etcétera.
Zonas de trabajo
Se trata de la iluminación de las encimeras, zonas destinadas para trabajar, preparar y manipular alimentos o electrodomésticos. El nivel de luz sobre estas superficies debe ser elevado y con una buena reproducción cromática.
Si la cocina dispone de muebles altos sobre la encimera, lo más adecuado es algún tipo de luminaria lineal integrada en la parte baja de éstos, pues al haber poca distancia desde la fuente de luz, el nivel será muy bueno. Si no hay muebles altos, se recomienda realizar una iluminación puntual o focal sobre las encimeras desde el techo, mediante lámparas empotradas de ángulo cerrado, proyectores lineales u otros tipos de luminarias para tal efecto.
La potencia debe estar acorde al nivel de luz sobre la superficie de trabajo que se tiene que conseguir. Es muy importante aquí la ubicación de las luminarias con respecto a la pared frontal y a la posición de trabajo de las personas, para evitar que la presencia de alguien genere sombras sobre la zona de trabajo, es decir, el punto de luz debe quedar siempre por delante de la cabeza de la persona frente a la encimera.
Zona de desayuno
Lo más habitual es colocar algún tipo de lámpara de suspensión sobre la mesa para brindar una buena iluminación en toda su superficie. También puede realizarse de forma focal desde el techo, centrada con la mesa al igual que con las encimeras.
En resumen, la iluminación de la cocina no sólo debe ser funcional, sino que debe ayudar a crear un ambiente agradable en el que se pueda preparar alimentos y manipular cuchillos u operar electrodomésticos de forma segura, sin dejar a un lado la estética del lugar.
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