Por: Psicóloga Andrea Velasco Casazza
Todos saben lo que es el enojo y lo han sentido seguramente en varias ocasiones. Puede presentarse como una irritación leve hasta una furia e ira intensa, y suele aparecer en situaciones que percibes como una amenaza.
Como otras emociones, está acompañada de cambios psicológicos y biológicos. Cuando te enojas, la frecuencia cardiaca y presión arterial se elevan y lo mismo sucede con tu nivel de hormonas, energía y adrenalina, además que puede desencadenar agresiones físicas o mentales. Debido a estos efectos nocivos, debes evitar los ataques de ira.
Lo más sano es expresar tus sentimientos de enojo con firmeza, pero sin agresividad. Esto se refiere a que debes dejar en claro cuáles son tus necesidades y cómo cubrirlas sin lastimar a otros. Ser firme no significa ser prepotente ni exigente, significa respetarte a ti mismo y a los demás.
A continuación te damos algunos consejos que puedes llevar a cabo para no sentir ira:
- Sé consciente de las personas o situaciones que te generan ira, de esta manera podrás estar preparado para mantener una mejor actitud o simplemente evitarlas.
- Recuerda tomarte un respiro. Es indispensable despejar tu mente durante el día, puedes realizar ejercicios de respiración, salir a caminar, escuchar música relajante o tomar un baño.
- Realiza ejercicio físico; recuerda que esto te ayuda a liberar energía y alejar los malos pensamientos.
- Habla de tus sentimientos con las personas que te inspiren más confianza.
- Aprende a reírte de ti mismo. Relájate y mantén un buen sentido del humor.
- Invierte tu tiempo en cosas que disfrutes y te hagan feliz.
Si eres paciente en un momento de ira, escaparás a cien días de tristeza”:
Proverbio chino.
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