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Casa del Cerro testigo vivo de los orígenes de Torreón

Casa del Cerro testigo vivo de los orígenes de Torreón

Información proporcionada por la Dirección de Casa del Cerro

Un enunciado enmarca y perpetúa a Torreón: la perla de La Laguna. Cierto es que no podemos entender el surgimiento de la ciudad sin hablar del algodón, el arribo del ferrocarril y con ello, el crecimiento económico y, por tanto, poblacional a finales del siglo XIX.

Casa del cerro Torreón

De 1860 a 1880 comienza a definirse la élite en La Laguna con tres grupos de personas bien identificados: los urbanos e industriales, quienes controlaban la vida política y económica, además de que monopolizaban los mercados de materia prima como el algodón; los extranjeros definidos en dos grupos administradores de las grandes firmas y la clase técnica (principalmente americanos y alemanes); y en un tercer grupo “los agricultores”, quienes combinaban el talento práctico con el empresarial y, al no tener arraigo hacia la tierra, se avocaban a ser más administradores –los cuales llegaron principalmente de España–. Es en este grupo en donde aparece Andrés Eppen.

Eppen, de padres alemanes, llegó a Torreón a administrar la firma Ropp Sommer & Compañía. Mientras trabajaba en ella, gestiona con doña Luisa Ibarra viuda de Zuloaga1 la donación de las tierras para el ingreso del ferrocarril al entonces Rancho del Torreón. El tren llegó en 1883 estableciéndose la Compañía de Ferrocarril Mexicano cuya ruta era Distrito Federal-Ciudad Juárez.

En 1888, Eppen contrata al ingeniero y arquitecto Federico Wulff, quien trabajaba en la construcción de la presa de Santa Rosa2, para realizar el trazo de lo que hoy es el primer cuadro de la ciudad3 y poder vender las manzanas tomando como referencia las vías del ferrocarril. Mientras esto sucedía, Wulff adquirió dos lotes para construir una casa para su familia4.

Un hecho interesante en la historia de la ciudad radica en las medidas bajo las cuales se hicieron los trazos, ya que fueron realizados en yardas y no en metros, puesto que Wulff no contaba en ese momento con sus instrumentos de medición. Es así que las calles del primer cuadro de la ciudad son más anchas, por lo que Eppen sintió la pérdida en las ganancias pero no pudo hacer modificación alguna, puesto que ya estaban vendidas algunas de estas manzanas.

Historia Torreón

A inicios del siglo XX, Torreón ya contaba con dos líneas telefónicas, electricidad, un sistema ferroviario de transporte bien definido y una sociedad igualmente definida.

La Casa del Cerro

Cuando Wulff adquiere los lotes, había una construcción de piedra mínima, en lo que sería definido como el sótano de la casa. Al diseñar los planos, edifica una construcción estilo castillo alemán con piedra gris y cantera (de Durango). Hasta la actualidad, conserva las 17 piezas originales y 1 sótano; 1 depósito de agua5 (de piedra que daba abasto a la alberca y un pequeño jardín); la casa anexa al chalet constaba de 3 piezas de ladrillo, que servía de almacén y de oficina, 1 bodega con dos pisos (lo que ahora es la Pinacoteca y Galería del Museo), habitaciones de adobe y ladrillo, sala de administración.

Su familia la llamaba “la casa grande”, mudándose a ella en 1905; sus coetáneos la llamaban “el chalet Wulff”6; en la actualidad, los vecinos lo llaman “el castillo”.

Federico Wulff deseaba construir y habitar una casa con una vista panorámica hacia la ciudad de Torreón, incluso llegó a concebir la idea de un teleférico hacia el centro de la entonces Villa de Torreón. Durante el periodo de la Revolución Mexicana, la Casa del Cerro (como es conocida en la actualidad), sólo sufrió dos percances: una bala que atravesó una de las ventanas así como un disparo en uno de los balcones que lo derribó. Pero, a diferencia de otros inmuebles que datan de la época, fueron mínimos los daños.

La casa fue finalmente vendida en 1924 a Celso Garza González, quien a su vez la vendió a doña María del Refugio Martínez viuda de Morales. Ella, se la heredó a su hija en 1965, pero como era muy costoso el mantenimiento la dejaron sola por más de 20 años.

El municipio de Torreón la adquiere en 1988, pero no es sino hasta 1991 que empiezan las gestiones para la rehabilitación del espacio y adecuación como Museo.

Museo Torreón

Este recinto histórico se inaugura un 11 de febrero de 1994. A la fecha tiene 25 años de vida como Museo Histórico de la Ciudad. Con una colección permanente que abarca objetos de principios de siglo XX a 1950 principalmente. En el segundo lote, donde construyó su oficina y bodegas, se alberga actualmente la Pinacoteca del Museo y la región con obra plástica de finales del siglo XX realizada por artistas de la región, una galería de exposiciones temporales así como las oficinas administrativas.

Quienes visitan el museo, sentirán el aire de 114 años de historia del inmueble al subir los 81 escalones para llegar a la entrada principal de la Casa, recorrer sus imponentes jardines, así como mirar dentro del pozo de agua, los cuartos de servicio y, sobre todo, la impresionante vista panorámica de la ciudad.

Horario
Martes a Domingo de 10:00 – 16:00 horas.

Entrada gratuita

Bibliografía

Wulff Jamieson (como fue contado a Evelyn Jamieson Payne). Tulitas de Torreón. Recuerdos de la vida en México. De 1890 hasta la Revolución. Torreón, Coahuila 2002

Casa del Cerro, el alma de la ciudad
bit.ly/2kCChKN

1 Leonardo Zuloaga fue propietario de la conocida Hacienda del Torreón, en la que había construido un torreón y en donde hoy se encuentra el Museo del Algodón en el sector Alianza.

2 En el municipio vecino de Francisco I. Madero

3 Debido a las tierras ya hipotecadas de la sra. María Luisa Ibarra, Eppen las adquirió a muy bajo precio.

4 En ese entonces vivían en la ciudad jardín, Lerdo, Durango. Casado con Linda Groos y con tres hijos, adquirió dos lotes en el cerro de las Noas. Tres hijos descendientes nacerían en San Pedro de las Colonias, Torreón y Lerdo.

5 Mismo que construyó pensando en tener agua potable, pero al notar que era muy salitrosa, lo dejó para el uso doméstico de la casa.

6 Para la época, toda casa-habitación que tuviera un jardín al frente era considerada un chalet.

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