Por: Ing. Iván del Ángel
Yo nací en un pueblo llamado Tepache, Sonora, pero desde 1974 vivo aquí en Hermosillo, de donde es originaria Blanca, mi esposa, con quien tengo dos hijos, Jesús Ramiro de 23 años y Blanca Isela de 20.
La verdad, para mí es muy agradable estar en esta ciudad, donde son intensas dos estaciones del año: el invierno y el verano; además que puedo decir que se vive de una manera cómoda por el desarrollo económico del lugar, pues ha tenido un importante crecimiento industrial lo que a su vez hace que existan más oportunidades.
Me gusta viajar mucho, aunque son pocas las oportunidades que tengo para hacerlo. Disfruto estar con mi familia, pasear e ir a ver a mi hijo jugar básquetbol, deporte que le ha permitido estudiar con beca la preparatoria y la carrera.
MI PROFESIÓN
Desde niño me gustó la electricidad. Estaba yo en la primaria y hacía reparaciones de electrodomésticos. Aquí en Hermosillo hace bastante calor y antes se usaban mucho los coolers, unos enfriadores evaporativos; yo era el más pequeño de la familia, pero muy curioso, así que desde entonces ya me encargaba del mantenimiento de estos aparatos.
En la preparatoria estudié electrónica y empecé a trabajar en talleres, ahí adquirí muchos conocimientos.
Cuando comencé la carrera, en los primeros semestres tuve un empleo en el Hospital Infantil del Estado de Sonora, en el área de mantenimiento. Después di clases de electricidad en el Colegio de Bachilleres, siendo estudiante todavía; paralelo a eso hacía ya instalaciones eléctricas y reparaciones.
Cuando salí de la carrera, busqué otro trabajo y más proyectos eléctricos. Me dediqué a la reparación y mantenimiento de transformadores; en ese tiempo ingresé como maestro en el Instituto Tecnológico de Hermosillo, de donde yo egresé.
Luego inicié mi negocio propio, en 1993, que he ido desarrollando hasta la fecha. Primero me dediqué al mantenimiento eléctrico en la industria, y con el tiempo lo amplié a las instalaciones de todo tipo, residenciales y comerciales.
He realizado muchas obras, pero la que más me ha dejado satisfacciones es la instalación del Hospital del Seguro Social número 14, por el tipo de obra que es muy especial. Actualmente estamos trabajando en tres obras industriales para maquiladoras, y también en un Centro de Distribución para Liverpool.
ANÉCDOTAS
En una ocasión tuve un accidente, aunque no me hice mucho daño. Fue en una de las centrales de Telmex, donde los trabajos son nocturnos; se hizo un cambio de equipos, pero tenía muy poco tiempo para hacerlo porque me hicieron esperar toda la noche para entrar, ya casi las 6 de la mañana; estaba cansado y muy presionado, porque se acercaba la hora de energizar. Iba a realizar una conexión y en esa ocasión hice un corto en las barras de un tablero principal, que era grande; de no haber sido por las protecciones eléctricas que fueron las adecuadas y se accionaron rápido hubiera pasado otra cosa, pero afortunadamente no me quemó.
En otra ocasión, uno de mis trabajadores se quedó pegado en una estructura metálica; él andaba soldando unos soportes; entonces quiso pasar por abajo el porta-electrodo de la máquina, pero estaba haciendo tierra con su brazo y agarró el electrodo con la otra mano, se quedó pegado, en ese momento gritó. Yo estaba como a 3 metros sobre la estructura y no sé cómo pero me brinqué desde el techo y le bajé a la máquina soldadora. Afortunadamente sólo se hizo unas ampollas en los brazos.
Y así como esas historias te puedo contar otras, que han sido muy peligrosas, pero sin desgracias que lamentar. Todo eso hace que le tenga mucho respeto a la electricidad, y ponga mayor atención al uso del equipo de protección, sobre todo en las alturas que es importantísimo.
Para mí lo más importante es poder ganarse la confianza de la gente. Porque cuando te contratan por primera vez siempre están a la defensiva, pero con base al trabajo bien hecho y el precio justo, hay que ganarse la confianza y mantenerla. Con el tiempo los mismos clientes te disculpan si tienes otros compromisos por exceso de trabajo; hasta te esperan para que tú te encargues de lo que requieren.
REVISTA ELÉCTRICA
Tiene años que soy suscriptor de Revista Eléctrica. En un rollo venía una invitación para que te inscribieras y lo hice, desde entonces me llega a la oficina; se las paso también a los muchachos. Me agrada ver los artículos de normatividad y las cuestiones técnicas, lo que nos pueda ayudar a hacer mejor el trabajo al que nos dedicamos.
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