Por: Ing. Hernán Hernández
El uso de dispositivos que permiten controlar la iluminación ha venido creciendo día con día, ya sea para usarlos de forma directa en los luminarios o bien para instalarse en conjunto con tableros inteligentes para control de varios grupos de iluminación.
Los fotosensores internamente son muy simples y están hechos con un resistor sensible a la luz, que cuando no hay luz incidiendo en él, existe una resistencia en las terminales relativamente alta, y cuando existe luz esta resistencia baja significativamente. Esta reducción en la capacidad resistiva permite la conducción de la energía por lo que se puede decir que es un interruptor tipo semiconductor que opera en función de la luz presente en su ambiente.
Se les conoce de varias formas: Fotoceldas, fotoresistencias, fotocélulas, etcétera; para fines de este artículo, y para no generar confusión, se explicarán como fotosensores sin dejar de lado que los nombres con los que puedan conocerse no son erróneos, lo importante es entender el concepto de operación.
En prácticas de escuela es frecuente hacer experimentos de control llamados crepusculares, que lógicamente incorporan en el circuito a las fotoresistencias junto con relevadores, transistores, Triac’s, optoacopladores, PIC’s, etcétera, debido a que por sí solos no permiten controlar cargas que demandan corrientes altas; ahí viene entonces el desarrollo de circuitos que integren componentes electrónicos y eléctricos para estos controles; actualmente se conoce a esta línea de estudio como electrónica de potencia.
A lo anterior, en el medio eléctrico se le conoce como fotosensores switchables o tipos on-off, o como de encendido y apagado, éstos son los más comunes en el mercado y los puedes ver instalados en la parte superior de las lámparas de alumbrado público, en tableros de iluminación que controlan grupos de lámparas o en bases independientes. Cabe hacer una observación, el cableado con el que se suministran generalmente no está diseñado para estar expuesto a los rayos UV, por lo que debe tenerse en cuenta este punto y proteger el cableado con una canalización para exteriores como Poliflex Negro.
LA CONEXIÓN
Su conexión es sencilla, y en el caso de los fotosensores a tensión de línea, es decir para cargas a 120 V, tienen 3 hilos o polos de conexión con colores muy conocidos por quienes nos dedicamos a las instalaciones eléctricas; sin embargo siempre es recomendable revisar las indicaciones contenidas en el instructivo.
El plano simple para este caso es el mostrado en la imagen 1.
Imagen 1. Conexión típica del fotosensor
La cantidad de lámparas que pueden controlarse dependerá de la marca que se utilice, debido a que no todas incorporan el mismo relevador en el control encapsulado.
Adicional del tipo switchable de tensión de línea, hay otro que se conoce como de bajo voltaje y de este tipo también hay switchable; así como otro de uso más especializado denominado de 0-10 V. Se podría pensar que por el hecho de ser de bajo voltaje su aplicación se vería limitada y poco práctica; sin embargo la realidad es que muchas de las empresas que se dedican a integrar sistemas de control, automatización o domótica como anteriormente se le conocía, son consumidores de ellas porque ofrecen señales de control que permiten realizar diversas funciones.
En específico, los fotosensores con salida de 0-10 V son utilizados comúnmente para incorporarse en tableros de alumbrado donde con un dispositivo pueden manejarse diversos circuitos de iluminación a diferentes niveles de luz en el ambiente, ya que los tableros permiten accionar los relevadores a diferentes valores, entre 0 y 10 V, de disparo recibidos del fotosensor.
Es recomendable para trabajos de sustitución o mantenimiento que los fotosensores no sean precableados, ya que el retirarlos implica abrir el gabinete y desconectar los conductores.
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