Por Ing. Hernán Hernández
La función de la iluminación dentro de un comercio, independientemente de su tamaño, va mucho más allá de la correcta iluminación de los productos y espacios: ésta debe crear ambientes, despertar emociones, influir en las decisiones de compra y destacar la imagen de la empresa.
En los últimos años, las tendencias principales en la iluminación comercial moderna se han caracterizado por una nítida brillantez, ambientes lumínicos de tonos cálidos y efectos de luz impactantes, pero hoy en día se apuesta más por ambientes lumínicos ricos en contrastes que juegan de modo sutil con distintas tonalidades de luz, creando ambientes incluso diferentes, según lo que se exhibe.
Por ello, el desarrollo de sistemas de iluminación con distintas temperaturas cromáticas está experimentando un importante auge. La tendencia apunta hacia superficies iluminadas capaces de dotar a los espacios comerciales de una gran fuerza y atractivo y de crear distintas densidades de luz en la zona del techo, con el fin de llamar la atención del consumidor y acentuar el juego de claroscuros.
Hoy día existen numerosas innovaciones, desde lámparas miniatura de bajo consumo y alta eficacia hasta sistemas electrónicos de control lumínico, que permiten crear escenarios de luz a medida. En este ámbito se sigue apostando por luces diminutas, prácticamente invisibles, con una gran potencia lumínica, aunque sin descartar el volumen cuando se trata de acentuar la decoración; así como también pueden jugar un papel fundamental lámparas que por su diseño y estructura, pasan a ser parte del decorado.
En este contexto, se están desarrollando nuevos conceptos de lámparas colgantes con diseño exterior personalizable, así como nuevos sistemas de iluminación que combinan focos, lámparas colgantes y luz indirecta de diseño integrado destinado a proporcionar una armonía visual y arquitectónica en todo el local.
¡PRESENTE! LA TECNOLOGÍA LED
Por otro lado, la utilización de luces de efectos, LED’s de colores y sistemas de cambio de luz e intensidad de efectos permite realizar variaciones que, desde lejos, hacen ver las vitrinas con movimientos de luz y variantes que ayudan a que el visitante se interese y se acerque al sitio.
Los sistemas de iluminación LED centran desde hace tiempo el interés de las empresas comerciales, puesto que presentan un enorme potencial. Su bajo consumo energético, larga vida útil, reducida generación de calor y ausencia de rayos ultravioleta convierten la tecnología LED en una interesante solución sobre todo para las tiendas que comercializan productos de perfumería, cosmética y alimentación, altamente sensibles al calor.
Existen luces LED de alta potencia y color de luz optimizado aptas para su aplicación en sistemas de iluminación comerciales.
Son muchas las marcas que están ofreciendo esta tecnología, aunque ésta no presenta todavía el grado de madurez suficiente para sustituir a las técnicas convencionales de iluminación general debido a la compatibilidad de los sistemas de control y, dependiendo la marca, el reducido brillo cromático y el bajo aprovechamiento lumínico que registran los sistemas LED.
Las expectativas puestas en los fabricantes de cara a la optimización de esta tecnología son muy elevadas. En lo que todos coinciden es en que los LED’s de color son, gracias a su elevada saturación cromática, un elemento idóneo para la construcción de luces con efectos, y, por tanto, para la creación de ambientes especiales por medio de efectos luminosos.
LA RENTABILIDAD
Uno de los factores clave en la iluminación comercial es la rentabilidad. El desarrollo de conceptos de iluminación de bajo consumo es fundamental, porque en un establecimiento comercial cada watt que se ahorra en iluminación supone un ahorro por partida doble, ya que también en los sistemas de aire acondicionado se reduce el uso, porque la generación de calor es menor. La combinación de lámparas de elevada potencia y larga vida útil con reflectores, balastros electrónicos y sistemas de gestión lumínica proporciona, por un lado, una óptima iluminación y limita, por el otro, el número de fuentes de luz necesarias. De este modo, pueden prolongarse los intervalos de sustitución de las fuentes de luz y, con ello, reducir los costos derivados.
La iluminación de locales pequeños, que requieran ofrecer ambientes distintos a sus visitantes, puede ser un nicho de negocio interesante en la actualidad
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