Por: Ing. Hernán Hernández
En ediciones anteriores se han explicado las aplicaciones con luminarios LED; sin embargo esta vez haremos una pausa para hablar de nueva cuenta de la iluminación con fluorescencias que ha registrado desarrollos importantes impulsados por los fabricantes, afín de ponerse a la vanguardia y ser competidores serios en el campo de la iluminación.
La iluminación fluorescente brinda mayor eficiencia en el uso de energía en comparación con la antigua iluminación incandescente. El ahorro sólo se incrementa con la atenuación de las luces. Si damos un paso más, nos encontraremos con los recién disponibles sistemas de control de iluminación completamente automáticos que ahora pueden separar la luz de día natural gratuita y aprovechable, técnica conocida como recolección de luz de día, con el control preciso de niveles de iluminación con atenuación afín de mantener un nivel de iluminación seleccionado en forma previa. Estos sistemas se pueden diseñar con base en una iluminación fluorescente con atenuación que tiene el propósito de ofrecer incluso mayores reducciones en los costos de energía que los sistemas simples de atenuación.
Un moderno sistema de iluminación fluorescente con atenuación también puede contribuir significativamente a la reducción de costos empresariales ya que incrementa la productividad de los trabajadores. Cada situación requiere un nivel apropiado de luz: desde los elevados niveles de iluminación necesarios para la lectura de documentos escritos con letra de tamaño pequeño o planos de ingeniería hasta tareas en computadora que requieren una cantidad de iluminación menor. Todavía más importante resulta el hecho de que el nivel difiere para cada empleado dependiendo no sólo de la tarea inmediata en proceso, sino también de factores personales como la capacidad de enfoque y la pérdida de agudeza visual con base en la edad. Si se reduce la fatiga visual, la iluminación fluorescente atenuable puede dar como resultado una fuerza de trabajo más saludable, cómoda y productiva.
El elemento clave de todo este progreso ha sido el desarrollo de balastros de estado sólido, atenuables, altamente confiables y rentables que se adaptan a una gama completa de iluminación.
Realizando un breve recordatorio, a diferencia de la lámpara incandescente que producía iluminación directamente gracias al paso de corriente eléctrica a través de un lamento hasta que encandece, las lámparas fluorescentes convierten la energía eléctrica de tal forma que iluminan con mayor eficiencia en virtud de un proceso más indirecto. Su operación se basa en un arco eléctrico que pasa entre dos electrodos, uno en cada extremo de un tubo de vidrio con capa de fósforo. Este arco es conducido a través de una mezcla de mercurio vaporizado y gases purificados. Las ondas ultravioleta resultantes reaccionan con el fósforo para producir una iluminación fluorescente emisora con brillo.
Una base porta-lámpara con borde tipo cuchillo logra un mejor contacto con las terminales de la lámpara, ya que hace contacto con un borde agudo en lugar de hacerlo con una superficie plana.
Todas las lámparas fluorescentes, sin importar su tamaño o forma, necesitan un dispositivo eléctrico adicional conocido como balastro que:
- Proporciona la tensión inicial destinada a establecer un arco adecuado a una lámpara fluorescente particular.
- Regula la corriente eléctrica que fluye a través de esa lámpara tendiente a estabilizar la salida de iluminación.
- Suministra el voltaje correcto requerido para la operación adecuada de la lámpara y compensa las variaciones de tensión en la corriente eléctrica.
Los actuales balastros de atenuación electrónica han logrado que la atenuación de iluminación fluorescente sea tan simple como el control sin atenuación, con mejoras clave como las siguientes:
- Proporcionan una salida de iluminación estable, sin oscilaciones y sin cambio de color en los niveles de iluminación muy bajos, problema persistente con los balastros de atenuación electromagnética.
- Permiten la combinación de varias longitudes de lámparas en el mismo circuito en comparación con la restricción de uso de foco y balastro únicamente de los balastros de atenuación electromagnética, que limitaban su flexibilidad.
- Ofrecen atenuación de gama completa con un mínimo de 1%, incluyendo atenuación de lámparas fluorescentes compactas, como reemplazo de lámparas incandescentes con atenuación.
- Brindan la capacidad de encender una lámpara al nivel de iluminación deseado (nota: algunos focos se encienden a un nivel ligeramente superior que el nivel preestablecido deseado antes de que se atenúen en forma automática al nivel deseado).
- Convierten la energía afín de obtener iluminación con un 10% más de eficiencia, ya que se reemplaza el núcleo y la bobina de balastros de atenuación electromagnética que operan a 60 ciclos por minuto con componentes electrónicos que permiten una operación más eficiente a una frecuencia significativamente superior.
- Reducen el zumbido de balastros de las primeras laminaciones electromagnéticas de núcleo y bobina, que se incrementaba conforme las lámparas se atenuaban.
- Operan a una temperatura 30% más fría que los balastros de atenuación electromagnética estándar, lo que genera ahorro en costos de aire acondicionado y amplían la vida útil de los balastros.
- Su peso es menor al de los balastros de atenuación electromagnética (en algunos casos hasta la mitad del peso) lo que ofrece menores costos de transportación, manejo más fácil y menores tensiones estructurales.
El método de control a dos hilos no requiere cableado adicional entre el balastro y el atenuador. Este tipo de balastro permite que la instalación sea tan rápida y sencilla como los balastros de salida fija. Simplemente se debe reemplazar el balastro normal por uno atenuable de dos hilos y el interruptor de pared por un atenuador compatible.
Para concluir, te compartimos el diagrama de cableado en general (Ver imagen 1).
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